Información general sobre la pérdida auditiva
Más de la mitad de la población mayor de 80 años sufre problemas de pérdida de audición. Los datos confirman que la edad, el tiempo, es uno de los factores que más afecta a la pérdida auditiva.
Edad y exposición al ruido, factores clave para perder audición
Según vamos cumpliendo años nuestras posibilidades de ir perdiendo audición se van elevando llegando a más del 50% de la población afectada pasados los 80 años. Esta pérdida de sensibilidad auditiva es lo que conocemos como presbiacusia.
Además del tiempo, el otro factor que más perjudica a nuestra audición es la exposicion a los ruidos. Pero este daño es peor cuanto mayor sea, no ya al nivel sonoro, sino al tiempo de exposición. Las personas que trabajan en entornos ruidosos es más probable que sufran antes problemas de pérdida de audición que las que no están sometidas a estos ambientes.
Debemos actuar ya que conocemos los dos factores principales que provocan la pérdida auditiva. Contra el paso del tiempo no podemos hacer nada pero contra la exposición a los ruidos si.
Es un hecho que la pérdida auditiva se está dando cada vez más en población más joven y esto es debido principalmente a las exposiciones a los niveles sonoros intensos a los que estamos sometidos, tanto voluntaria como involuntariamente. Un ejemplo de exposición voluntaria al ruido es cuando usamos nuestros reproductores musicales personales durante un largo espacio de tiempo y a volumen muy elevado. Por otra parte una exposición involuntaria sería, por ejemplo, el ruido al que estamos sometidos si paseamos por calles con mucho tráfico rodado, o una zona de obras con maquinaria pesada. Debemos evitar este tipo de exposiciones, pero si no podemos hacerlo entonces deberemos protegernos.
En nuestro Centro Auditivo Alto y Claro disponemos de protectores auditivos adaptados tanto a cada persona como al ambiente en el que se van a emplear. De este modo podemos garantizar su eficacia.
Además de la edad y la exposición a los ruidos existen otros factores que van a afectar a nuestra audición como pueden ser ciertos medicamentos, enfermedades e infecciones, factores genéticos e incluso el consumo de tabaco y alcohol.